NAVIDAD: BUENA NOTICIA

Los ciegos ven... y los pobres son evangelizados (Lc 7,21-22)

Presentación en Power Point

 

Buena noticia es el rumor de lo nuevo. En la Navidad no nos ocupamos del pasado pues eso no es más que recordar. Todo su interés es el ahora que prepara el futuro, pues la vida es tarea de ahora. El pasado no viene por su pie, vamos a él y en el silencio no hay que ir a ninguna parte, tan solo importa el no irse de aquí ni del ahora.

Buena noticia es lo que ahora es, pues en Dios no hay trasvida, no hay experiencia del pasado. Y Jesús no es un turista fugaz que da un paseo por esta tierra; Él se queda y eso se eterniza. Por eso la Navidad no es lo que tiene de Belén sino lo que tiene de trascendencia, del entero cosmos.

Buena noticia es Dios haciéndose cargo de lo de ahora; es su quehacer.

Buena noticia es propiciar un clima al hombre, una atmósfera donde predomine el amor, la preferencia del servicio y del don. Pues de no ser así la existencia se malogra; sólo así prospera el hombre y alcanza la culminación de su maduración.

Buena noticia es reobrar sobre el hombre y activar las potencialidades dormidas.

Buena noticia es celebrar la vida en el retablo de culturas en comunión entre sí. Vivir es ser con todos y con todo el universo. Sin los otros, sin la tierra, el hombre se queda solo. No somos dueños de la tierra, no somos propietarios ni especuladores de ella; somos uno con ella.

Buena noticia es poner a salvo al hombre de su distracción, de su intolerancia, de su dureza, de su indiferencia, de su individualismo, de su ser opaco, de su incongruencia.

Buena noticia es advertir que todo depende de un niño.

Buena noticia genera una mirada pura, una vigilancia, una atención luminosa. Nosotros padecemos una perversión en el ver, juzgamos por pasión más que por pulcro y sencillo ver. Pero Jesús no se dejó contaminar por el contorno, por los poderes, por las aspiraciones ambiciosas. Por eso choca el talante y el ademán de Jesús con lo que se lleva y se acostumbra a vivir.

Buena noticia sigue siendo nueva, como sin estrenar: no es un asunto de importación, no es de una nacionalidad, de una cultura; es pluricultural y transnacional.

Buena noticia es dejarse convocar por la vida, es ponerse a favor del despojo, es dejarse elegir por la paz, es apuntarse a la libertad.

Buena noticia entrar en el Reino es ingresar dentro de uno mismo.

Buena noticia es la solemnidad del silencio: Dios habla poco. Un niño no habla es silencio, pero su presencia es la transparencia de toda la luz. María no habla, pero hace lo que escucha; también es silencio. José no habla, pero se pone en pie, en camino, sin rechistar, sin desconfiar. También es silencio.

De la Navidad uno se hace digno si uno se vuelve silencio y vacío como el pesebre que le acogió aquella noche.

 

Fr. Moratiel