ID AL MUNDO ENTERO Y PROCLAMAD EL EVANGELIO

Esta expresión de totalidad está muy repetida

en los relatos de las apariciones de Jesús Resucitado.

Nos envía a anunciar el evangelio a todos,

ser como el sol que a todos ilumina y no dice:

"A esta ladera no la voy a alumbrar", o

"a este charco lo voy a dejar sin reflejos".

Nuestro anuncio es así, a todos y sencillo, humilde,

el anuncio que humildemente hace nuestra presencia cristiana.