"LA HOJITA" diciembre - 2.013

En el N. 71 que corresponde al mes de Diciembre de 2013 se incluye, en portada, el siguiente artículo:

 

“PREPARAD EL CAMINO DEL SEÑOR, ENDEREZAD SUS SENDAS...”

 

Creemos que merece poner en la primera página de la Hoja de la Peña la noticia tantas veces deseada por los que acuden a rezar y a visitar la sagrada montaña de la Peña de Francia donde se asienta desde hace seis siglos el Santuario de Nuestra de Nuestra Señora de la Peña de Francia: Al fin después de año y medio han concluido las obras de la carretera que conduce a la cumbre de la montaña corrigiendo las dificultades y peligros que durante tantos años los pacientes visitantes han tenido que sufrir. No ha sido una obra fácil, y hay que agradecer a un buen número de personas el gran interés para que esta obra tan necesaria se llevase a cabo. Merecen toda nuestra gratitud.

 

Ahora que acabamos de inaugurar la obra recién terminada, quisiéramos traer a la memoria, a los primeros peregrinos que siguiendo los pasos de Simón Vela, fueron abriendo, -a veces con sus pies descalzos- las primeras sendas y atajos para postrarse ante Nuestra Señora y suplicarle, remedio para sus males y agradecer los beneficios recibidos. Sin ellos probablemente está montaña hubiera sido una más de las cumbres solitarias que embellecen la Sierra de Francia, pero sin apenas significado alguno.

 

A aquella primera generación de esforzados y profundos creyentes, devotos de Nuestra Señora, siguieron otras muchas que durante casi seiscientos años han ido ensanchando los caminos, con sus penitentes y alegres peregrinaciones de fe. Se puede decir que al Santuario de la Peña han llegado de todas las partes del mundo. La imagen de la Virgen, Morena de Sol y Viento, ha dado acogida a los mejores sentimientos de toda clase de gentes sencillas, sea cual sea su condición y procedencia.

 

Sería bueno, ahora que al fin se ha conseguido una carretera digna para llegar a la cumbre de la montaña, que nosotros también facilitáramos la llegada de la presencia de Jesús a lo más profundo de nuestra alma, con una entrega generosa a semejanza de como lo hizo María de Nazaret. Sería una buena y alegre noticia para Nuestra Señora, que también nosotros quitáramos los obstáculos que impiden la llegada de la bondad y generosidad del mensaje de Jesús a la entraña de nuestro corazón.

 

 

  

En este tiempo de Adviento que antecede a la Navidad, debemos dedicarnos especialmente a preparar el camino del Señor, enderezando nuestras sendas, para que en la profundidad de nuestro espíritu nazca una vez más Jesús en nuestras vidas, como aconteció en el primer nacimiento en las entrañas virginales y acogedoras de María de Nazaret. ¡Santa y Feliz Navidad!