"LA HOJITA" junio - 2.014

En el N. 73 que corresponde al mes de Junio de 2014 se incluye, en portada, el siguiente artículo:

 

“TODO ACABARÁ BIEN”

 

 

 

Esta sencilla expresión que encabeza nuestra Hoja de la Peña de Francia, la hemos tomado de unas reflexiones, que la gran mística inglesa, Juliana Norwich, hacía acerca de la absoluta confianza que debemos poner en los planes misteriosos del Buen Dios. Nos viene a decir, que suceda lo que suceda en nuestras vidas, aun en los acontecimientos de mayor oscuridad, la luz divina llegará definitivamente, para iluminar y dar sentido, un sentido de bondad a las pruebas, sufrimientos y oscuridades de nuestra existencia.

 

En estos tiempos, en que una vez más la historia de los seres humanos experimenta momentos de gran incertidumbre e inseguridad en el futuro de nuestro mundo, los creyentes debiéramos fortalecer nuestros espíritus con la seguridad de que estamos en manos de un Dios-Padre providente, que cuidando con esmero de las aves del cielo y de los lirios de la tierra..., mira y ampara de una manera especial por los seres humanos, creados a imagen y semejanza suya.

 

Por si fuera poco el cuidado que tiene de su obra creada, el buen Dios a través del don de su Amado Hijo, Jesucristo, ha querido iluminar y fortalecer nuestra peregrinación terrena, acompañándonos en nuestros gozos y sufrimientos, y sobre todo compartiendo el momento oscuro de nuestra muerte, para abrirnos después de ella una puerta definitiva a la luz de una vida que colmará todos nuestros buenos deseos de bondad, de verdad, y de amor. Jesús en su despedida de los discípulos, les trasmite palabras de aliento: “...En el mundo tendréis tribulación. Pero ¡ánimo!: yo he vencido al mundo”.

 

Ciertamente, en nuestra peregrinación por la vida hay situaciones muy dolorosas, muy difíciles de entender, en que uno parece encontrarse encerrado en un callejón oscuro sin un hálito de esperanza alguna para salir de él, pero es precisamente en esos momentos cuando debemos pensar que detrás se las nieblas o noches oscuras –que el mismo Jesucristo sufrió en el monte Calvario-, está cercana la aurora de un nuevo día y de una nueva luz, que alejará para siempre la oscuridad de la noche y el mal de nuestras vidas. En una palabra como nos dice Juliana Norwich: Todo acabará bien.