"LA HOJITA" marzo - 2.015

En el N. 76 que corresponde al mes de Marzo de 2015 se incluye, en portada, el siguiente artículo:

 

OFERTAS DE FELICIDAD EFÍMERA

 

 

En las entrañas más profundas de nuestras vidas, llevamos un deseo permanente de búsqueda de la felicidad. Hay momentos en que parece que la hemos tocado con la punta de los dedos, o incluso que la hemos alcanzado. La experiencia humana nos dice, que la felicidad no se nos da de una vez para siempre, sino que las cotas más autenticas y duraderas de felicidad han supuesto un generoso y perseverante esfuerzo... Y aún así siempre nos quedará una ventana abierta para colmar nuestros ilimitados deseos de una manera definitiva.

 

Esta necesidad de felicidad, es bien conocida por los centros de poder y de comunicación de nuestra sociedad, que a través de sus potentes medios de propaganda hacen ofertas de felicidad, tan rápidas e intensas, como efímeras o engañosas. Gran parte del comercio y de los espectáculos de todo tipo: deportivos, musicales, juegos de azahar y de ocio..., degradan y utilizan hábilmente nuestros mejores deseos a favor de sus intereses económicos, que en algunas ocasiones generan violencia, o crean mitos vulgares de la canción o el deporte... En otras sin escrúpulo alguno, engañan descaradamente con el lucrativo negocio de la droga, la prostitución, la corrupción económica..., en la que caen atrapados los seres más indefensos de nuestra sociedad.

 

Ante todo hemos de ser conscientes, que la verdadera felicidad mientras peregrinamos por esta tierra se mueve dentro de unos límites o limitaciones que debemos aceptar. El esfuerzo y la lealtad por alcanzar la pequeña y sencilla felicidad de cada día, aparte de sosegar y darnos la paz de nuestro espíritu, es a la vez señal y estímulo que nos conduce al encuentro con el Dios de la Vida Eterna, de la Bondad Plena y del Amor Ilimitado. Somos seres creados y limitados destinados a encontrar la plenitud de nuestros mejores deseos con el Dios Creador, que nos ha hecho participes de su naturaleza divina.

 

En este tiempo previo a la Semana Santa, y en referencia a lo que acabamos de decir, sería bueno que tuviéramos presentes las palabras de Jesús: “Si alguno tiene sed que venga a mí y beba.” Y estas otras: “Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no anda en tinieblas sino que tendrá luz de vida.”