“Los creó hombre y mujer”

Dice Dios,                                         (Gn 1,27)

SERÉIS DICHOSOS:

Si os amáis como yo os he amado.

Si os amáis sin esperar recompensas, sin exigir nada a cambio,

Si os amáis dejando al otro en libertad, permitiendo que el amor discurra como fluye el agua a borbotones de una fuente inagotable.

Si no confundís la emoción con el amor.

Si os  hacéis dignos, día a día, de la mutua entrega.

Si reconocéis que el país del amor es vuestro corazón.

SERÉIS DICHOSOS:

Si os recibís mutuamente como un don, como una gracia, y por eso, inmerecida y gratuita.

Si os hacéis presentes, transparentes el uno al otro.

Si siempre tenéis cara de novios.

Si más que mirar algo juntos, os miráis sin cesar el uno al otro.

Si no vivís colgados de recuerdos y de fantasías.

Si os dedicáis el uno al otro en cada hora.

SERÉIS DICHOSOS:

Si creéis que las flores de la primavera, la brisa del verano, la luna del otoño y la nieve del invierno es vuestra mejor estación, la fiesta del amor.

Si no os reprocháis vuestros límites.

Si no sofocáis vuestra apertura a mi ser infinito.

Si admitís que yo me haga cargo de vosotros.

Si sólo halláis la paz en mí y os guiáis por la luz que he puesto en vuestro corazón.

Si  creéis que el amor, mi amor, es lo único que se eterniza, lo que nunca pasa.