Retiro de HERENCIA                

Queridos amigos del Silencio:

Vengo del encuentro que estaba programado en Herencia (C. Real) de 22 al 29 de agosto y quiero compartir con vosotros mis sentimientos.

Ha sido una gran experiencia, fruto de la siembra que realizó el P. Moratiel. Su presencia física se añoraba, pero estaba en el aire su Espíritu que nos condujo a un profundo Silencio del Corazón. Silencio que nos acompañó durante toda la semana.

Su Espíritu se sentía en la capilla, en los paseos por el jardín, donde él había dejado su aroma, en la eucaristía, presidida por el P. Julián, digno representante de la familia dominicana, a la que Moratiel tanto amaba, y que nos recordaba la naturalidad y alegría del P. Moratiel.

Todo se hizo como él, tan bellamente, dejó organizado y estuvo enriquecido por el buen quehacer de las personas que se encargaron de iniciar con lecturas los ratos de oración y cuidar los detalles de la buena marcha del encuentro.

Hemos estado entre 30 y 40 personas: parejas jóvenes, religiosos y demás personas llegadas de toda la península. Quiero agradecer a todos su silencio, que ha hecho posible el Silencio del encuentro. Todos nos hemos enriquecido y se ha ido avivando en cada uno la llama encendida por el P. Moratiel que nos ayudará a llevar una “vida silenciosa”, que era donde Moratiel quería  conducirnos.

Se cuidó el silencio, no solo en los ratos de oración, también en las habitaciones, en el comedor y en los paseos, estando atentos a cada paso y a todo lo que nos rodeaba. Contemplando las cosas sin juzgar ni nombrar, como él tanto nos repetía.

Hubo un espacio para compartir y expresar lo que cada uno había experimentado, y el sentir general fue que habían vivido un gran silencio. Incluso algunos manifestaron que un Silencio especial. Todos pidieron que siguieran realizándose los encuentros, donde practicar juntos y seguir avivando la llama encendida en nuestros corazones.

Con amor y gratitud

Adela