EL LEÑADOR |
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Es la leyenda de un leñador que dice que todos los días iba al bosque a cortar leña y con ella iba al mercado y sacaba sus dineros y con ello pues sobrevivía.
En el bosque, hizo amistad con un hombre que vivía allí, que era como un ermitaño. Vivía en la soledad y en el silencio del bosque. Y un día este hombre se animó a decirle: - pues hombre, en el bosque siempre hay misterios, el bosque es muy misterioso... ¿por qué no te animas y dejas de cortar leña... y te internas dentro a ver si hay algo?
Le costó un poco pero... se animó y lo hizo. Dejó de cortar leña y se internó en el bosque y ... al poco tiempo encontró una mina de cobre.
Bueno... aquello fue... ¡una mina de cobre!. Sacaba el cobre, iba al mercado y con menos veces que fuera tenía bastante para su subsistencia.
Le dejó que disfrutara un tiempo del cobre y el ermitaño le dijo: - hombre ¿por qué no te animas y dejas la mina de cobre? el bosque te va a regalar más sorpresas.
Y por fin se animó y efectivamente dejó la mina de cobre y entró más adentro. Y cuando entró más adentro encontró una mina de plata.
Bueno, pues aquello fue... podéis sospechar la alegría de aquel leñador.
Y también, dice la leyenda que le dejó disfrutar pero... al tiempo también le dijo: - yo creo que tendrías que animarte a dejar la mina de plata. ¡Quién sabe... lo que te va a regalar el bosque!
Y también se animó... y después encontró... al tiempo entró, entró, entró, se internó y encontró... una mina de oro.
Bueno... aquello fue ya...
Cuando paso el tiempo y otra vez el ermitaño... otra vez, le quería.. sugerir... le quería hacer intuir... que adivinara, que sospechara que podía haber más... No quería ni escucharle. Pero el ermitaño era muy constante y tenían una buena amistad y le dijo: - Anímate, deja la mina de oro... y total que dejó la mina de oro y encontró... andando, andando, andando... encontró una mina de diamantes.
Aquello era ya el nova más, porque aquello era una riqueza que nunca había soñado, ni había sospechado.
Después de un tiempo, pues todavía el ermitaño... le dijo más: - mira, el bosque ha sido muy bondadoso contigo. Fíjate: leña, cobre, plata, oro, diamantes... pero te falta una cosa ¡te falta entrar dentro de ti mismo! es lo que te falta.
Y dice también la leyenda que también se resistió, pero un día ya... se puso en las manos del ermitaño, y el ermitaño le enseñó, le sugirió pues un camino de silencio... y efectivamente al tiempo fue encontrando lo que necesitaba. Encontró pues... una paz, encontró... una luz, encontró... pues una cierta dicha, que no había encontrado ni con el cobre, ni con la leña, ni con el oro, ni con los diamantes.
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De que le sirve al hombre ganarlo todo si él se pierde. |
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