5 - "Yo nunca estoy sólo, el Padre está conmigo"

 

Jesús siempre está a favor de su Padre. La causa de Jesús es la causa de su Padre. Jesús siempre extasiado con su voluntad, pero a la vez con una cierta soledad.

 

Para ir hacia el mundo interior, para ir hacia nuestra propia verdad hay una cierta soledad.

 

No estás solo, una cierta soledad sí; pero su compañía ilumina nuestra soledad, nuestro silencio No tienes necesidad de otras compañías, de otras ideas, de otras lecturas, de otras imágenes. Solo necesitas la compañía de esa presencia última. Otras compañías te pueden alejar.

 

Nunca estás solo. Es una soledad habitada por otro, colmada por otro, inundada por otro. Cuando uno descubre que es una soledad habitada, esa soledad nos enamora. Porque es el encuentro con la Vida, el encuentro con la Alegría, con la plenitud.

 

Yo no estoy solo, decía Jesús, pero esa es también tu realidad: tú nunca estás solo.