33 - "Tu me sedujiste Yahvé y yo me dejé seducir"

 

 

 

Con frecuencia nuestros pensamientos son como una resistencia, como una defensa y son también una agitación.

 

Dentro está la luz, dentro está el Señor. En el silencio todo se puede desbloquear para que emerja la Presencia de Dios, para que aparezca la luz.

 

Una luz insospechada saldrá de nuestro corazón en el silencio.

 

Haced silencio para que pueda fluir toda la Presencia que os habita.