40 - "Dad gratis lo que habéis recibido gratis"

 

 

Dios todo lo da gratuitamente por eso es un don que no se acaba.

 

Se agota aquello a lo que ponemos un precio, pero lo gratuito es algo eterno.

 

Conviene no poner un precio a nuestro silencio. Es conveniente que sea un don también, un espacio gratuito. Conviene hacerlo sin condiciones, sin esperar, incluso, ninguna recompensa porque eso sería un precio y entonces se agota, se consume, se acaba.

 

El don de este silencio que sea un don gratuito. Un silencio inagotable que no se consuma nunca, será este un tiempo eterno en la presencia del que es también eterno: el Señor