Queridos compañeros
del Silencio:
El fin de semana
pasado se ha celebró en Santa Olaja de Eslonza (León) un acto conmemorativo
por nuestro querido Moratiel, ya que éste era su pueblo natal. Concretamente
en la Ermita de la Virgen de Villamoros. La familia
preparó una Urna de cristal y madera en la que depositaron sus objetos
personales y emblemáticos: el libro de los Salmos, la pequeña Biblia que
siempre le acompañaba, un rosario, una
talla de Santo Domingo de Guzmán que tenía en su habitación, su
reloj, sus libros, un breviario... La ceremonia fue el día 3 de Junio a las
18,30 h. Se comenzó con una explicación de todo lo que se iba a hacer y
después celebró la Eucaristía el párroco del pueblo. Asimismo se hicieron
algunas lecturas que os envío y las propias del día de Pentecostés, pues
coincidió con esta preciosa fiesta. Al final, se dio un espacio para
expresar y compartir los testimonios personales y espontáneos de los que
estábamos allí. Fueron unas intervenciones muy emotivas que llegaron al
corazón.
Santa Olaja de
Eslonza es un pequeño pueblo envuelto de sencillo silencio donde se respira paz. Con razón Moratiel
lo añoraba tanto y siempre que iba a León quería ir a su pueblo. No se
pierde nunca el horizonte, se divisa el infinito. Paseando por él, se
comprenden aún más todas sus enseñanzas que siempre hacían referencia a la
naturaleza: la Sementera del Silencio, la Cosecha, La Posada...
y verdaderamente sus palabras eran de "primera mano" pues de lo que vivió nos
transmitió.
La iglesia del
pueblo es muy antigua y en ella celebró su primera misa. Hay una talla
grande de madera de Santa Eulalia, que es la patrona del pueblo. Me sorprendió que cada uno tiene su lugar en esta iglesia, incluso los
hombres se sentaban atrás y las mujeres delante.
La ermita es
bellísima. El solía ir andando hasta ella. Tiene mucha piedra y es también
muy antigua. Se respira recogimiento. Abajo de la ermita hay una preciosa
fuente de la que siempre mana agua, y muy rica, por cierto.
Después de la
ceremonia la familia ofreció una merienda-cena en casa de una de las
sobrinas donde asistimos algunos de la Escuela del Silencio que fuimos de
Pamplona, Bilbao, Asturias, Vigo, Andalucía,...y también gente del pueblo.
Fue una noche preciosa donde personas de diferentes lugares y costumbres
pudimos compartir lo esencial de cada uno.
Quiero expresar mi
agradecimiento a toda la familia de Moratiel, pues los que íbamos de fuera,
tuvimos una gran acogida llena de atenciones y gestos de cariño.
Fue un fin de semana
en el que pudimos saborear paso a paso los caminos, personas y lugares que
él tanto frecuentó. Todo lo vivimos como un verdadero regalo.
Espero que algo de esto os haya podido transmitir.
Que nos siga
iluminando esa Estrella desde el cielo y que tan vivo está en nuestro
corazón. ¡Gracias, Moratiel!
Con amor,
Lola
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