Amigo, hermano, sacerdote. Acabamos el día 1
de junio nuestro Silencio en Córdoba. Hicimos en el Encuentro una
pequeña presentación ya que han venido por primera vez un sacerdote
vasco y dos señoras mejicanas. Participaron libremente los que
quisieron ¡Qué alegría y fortaleza sentí...! al ver como hemos
cogido tu mensaje de Silencio, Silencio… nada de libros, nada de
consumismo religioso... Nos decías: “El Evangelio no da doctrina, da
inspiración...”
Desde el cielo estarás jubiloso por los que
estamos aquí con el gozo y al certeza que haberte entendido.
Gracias Moratiel, desde 1984 he estado
acompañada por ti por tus palabras, por tu persona. Muchas veces por
tus gestos comprendía lo que me ibas a decir cuando te compartía mi
vida, allí en la sala de estar de Scala Coeli, dónde está el cuadro
del padre Posadas que fue prior en este convento, te dije - ¿Quién
es éste?, yo no quiero santos ni intermediarios, sólo Dios y María
Santísima -.Ahora puedo decir que me sirvieron aquellos pasos dados
contigo en aquella sala presidida por el cuadro, pues soy amiga del
beato Posadas al cual le rezo. Su vida fue pobre y la compartió
entre los pobres y abandonados, creando un hospitalito en Córdoba.
Tu persona en Scala Coeli me ha servido para
comprender, creer y saber que es Escalera para el Cielo. Siento que
estoy apunto de subir el primer escalón de esa escala; porque siento
a Dios más vivo que nunca en mi ser y en la soledad de mi Silencio
te tengo presente de una forma especial. Ahora en esta soledad te
lloro con lágrimas purificadoras más que cuando te fuiste.
Tuviste clarividencia. !Qué bien en dejar el
Silencio que aprendimos de ti en manos de la Divina Providencia sin
estructura ninguna! Según lo que aprendí de ti, no tenía porque
existir ni siquiera escuela del Silencio, ya que el Silencio es la
Escuela. Al no estar tú presente está bien comunicarnos a través de
ella.
Me enseñaste a ser libre porque tú lo eras.
Vivías traspasando las fronteras de lo establecido, nunca nos distes
ideas ni pensamientos sólo transmitías la esperanza que brota del
corazón.
Mira si transmitías confianza, serenidad y paz
que hasta los no creyentes asisten a tus Encuentros del Silencio.
Gracias a todos podemos vernos ver tres veces al año en grupo.
¡Ay!, ahora me salen del alma la famosa
sevillana: ¡Algo se muere en el alma cuando un amigo se va, (y
añado) pero también es grande para mí saber que estás!
Gracias Moratiel, te quiero....por haber
vivido este misterio contigo.
Carmen Archidona
22 de junio de 2.008
Coordinadora del grupo de Córdoba |