Queridos compañeros de la Escuela del Silencio:
El pasado fin de Semana, concretamente del 16 al 19
de febrero, hemos tenido en Sevilla el Encuentro que nuestro querido
Maestro Moratiel tenía en su programación, el primero después de su
operación.
En un principio, por supuesto, lo suspendimos, pero
las mismas personas que estaban apuntadas pidieron que por favor no se
suspendiera, pues era el mejor regalo que le podíamos ofrecer a nuestro
Padre Moratiel, además de a nosotros mismos. Así que decidimos Josefina
Font y yo (las dos colaboradoras de Moratiel en Sevilla) llevarlo
adelante, no sin dudas y sin saber claro lo que íbamos a hacer, pero desde
el primer momento con una gran confianza en Dios y en Moratiel, que iba a
salir lo mejor.
Hemos sido 55 personas y han quedado algunas en
lista de espera. Si os tuviera que resumir en una palabra este retiro es:
Impresionante. No tengo la menor duda de que nuestro querido Moratiel
estaba presente, porque él era verdaderamente el que nos convocaba a
practicar el Silencio que tantas veces nos transmitió con sus palabras y
su Vida.
Hubo hasta personas nuevas que ni siquiera
conocieron a Moratiel, pero que hicieron el Encuentro con un gran cariño y
admiración hacia él. Se respiraba en las meditaciones un profundo
Silencio, lleno de la presencia de cada uno. También en el comedor y por
los alrededores había un clima de mucho silencio. El sentir de todos era
una gran disponibilidad a colaborar en lo que necesitáramos Josefina y yo.
Seguimos todo el horario que hacía Morariel. Tan
sólo que la Eucaristía en vez de ser por la tarde tuvo que ser por la
mañana porque Javier, el dominico que vino a decirla el viernes y el
sábado, sólo podía por la mañana. El domingo sí fue por la tarde porque
nos la dio el padre Horacio, el de Onda San Pablo. Tengo que decir que las
homilías de los dos sacerdotes fueron entrañables y nos llegaron al
corazón.
La gran incógnita de Josefina y mía era qué hacer en
los tiempos que Moratiel hablaba? Al principio se nos ocurrió poner cintas
de sus charlas, pero pensamos (y lo íbamos viendo sobre la marcha) que
podría ser demasiado fuerte escuchar la voz del Padre Moratiel en esos
momentos. Así que decidimos que no. Providencialmente una chica de la
Escuela del Silencio de Córdoba que venía al Encuentro, Mercedes Carreto,
trajo un cuaderno en el que había copiado literalmente algunas charlas que
Moratiel había dado en retiros. Y ella fue la que leyó las palabras
literales de Moratiel. A todos nos encantó. Una profesora de yoga de la
Escuela del Silencio de Sevilla, María Barranquero, fue la que nos dirigió
los ejercicios corporales, el Silencio corporal. También nos encantó a
todos.
El domingo en el tiempo de "Encuentro en la Sala"
decidimos que podía ser un momento de compartir y expresar los que
quisieran aquello que tuvieran en su corazón. Fue maravilloso. !Qué
respeto, qué generosidad, qué unión...! El sentir general es que esto no
se podía perder. Todos se ofrecieron a colaborar en lo que necesitáramos.
Éramos todos una gran familia unida por nuestro querido Padre Moratiel que
nos seguía dando su Amor, su Paz, su Enseñanza, su Silencio.
Así que una vez más me doy cuenta de cuando se hacen
las cosas desde el corazón, hay una luz que nos alumbra cada paso (como
tantas veces nos enseñaba Moratiel) y siempre nos lleva a buen puerto.
Ayer hubo una Eucaristía por Moratiel que la dijo
también el padre Javier y asistieron casi todos los del Encuentro y muchas
personas más. Fue preciosa. Javier dijo palabras muy bellas de
Moratiel y de nuevo él estaba con nosotros.
Bueno esta fue nuestra experiencia que quería
compartir con vosotros.
Un abrazo grande.
Lola.
23.02.2006
