"LA HOJITA" diciembre - 2.011

En el N. 63 que corresponde al mes de Diciembre de 2011 se incluye, en portada, el siguiente artículo:

 

"UNA GRAN ALEGRÍA PARA TODO EL PUEBLO"

 

La frase con que encabezamos nuestra pequeña Hoja de la Peña, puede que sea difícilmente creíble en nuestros días, cuando la mayor parte de las noticias que nos trasmiten los medios de comunicación, aparecen llenas de pesimismos y negros presagios. Pareciera más bien uno de tantos mensajes políticos o comerciales que a diario recibimos, y que en el mejor de los casos nos dejan indiferentes, aburridos, y a veces hasta nos irritan.

 

Y, sin embargo, esa gran alegría para todo el pueblo que fue anunciada a los pastores de Belén hace más de dos mil años, sigue estando vigente para las mujeres y hombres de buena voluntad. A los pastores, que pernoctaban al raso cuidando sus rebaños en los campos de Belén, un ángel del Señor les anima a que se alegren y recobren el ánimo, porque al fin les había llegado UN SALVADOR.

 

Cuando a los seres humanos se nos estrechan y oscurecen los límites de nuestra existencia, a causa de una situación injusta, de una enfermedad o de un conflicto moral…, buscamos el apoyo o la ayuda de alguien. Cierto es que hay personas que son auténticos ángeles de luz y de esperanza, gracias a las cuales podemos retomar nuestro camino por la vida. Pero nuestros deseos y carencias momentáneamente satisfechos o aliviados, siempre quedan con una ventana abierta a algo mejor que pueda superar las pequeñas fronteras de nuestra condición humana.

 

Anhelamos un Salvador, que nos conduzca a las sosegadas praderas de una vida plena, donde gocemos sin temor alguno de una justicia insobornable, de una verdad cristalina, de una paz absoluta…, y en fin de un AMOR, síntesis de todo lo creado: generoso, desprendido, abierto a los inmensos e ilimitados horizontes de un cielo nuevo y una tierra nueva, sin lágrimas en los ojos, ni muerte, ni duelo, ni gritos, ni trabajo, porque todo esto es ya pasado.    

 

Os deseamos a todos los devotos de Nuestra Señora de la Peña de Francia y a todas las gentes de buena voluntad, que renovéis vuestra confianza en el Hijo de Dios, que quiso nacer de María de Nazaret, indefenso y pobre, asumiendo las limitaciones de nuestra condición humana, para caminar junto a los más sencillos abriéndoles un camino de luz y de esperanza. ¡Feliz Navidad!