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Los cuentos del abuelo AnacletoLA PIEDRA DE SOPAEn un pequeño pueblo, una mujer se llevó
una gran sorpresa al ver que había llamado a su puerta un extraño, correctamente
vestido, que le pedía algo de comer. -No se preocupe-, dijo amablemente el extraño: -Tengo una piedra de sopa en mi cartera; si usted me permitiera echarla en un puchero de agua hirviendo, yo haría la mas exquisita sopa del mundo. Un puchero muy grande, por favor-. A la mujer le picó la curiosidad, puso el puchero al fuego y fue a
contar el secreto a sus vecinas. Cuando el agua rompió a hervir, todo el vecindario se
había reunido allí para ver al extraño y su piedra de sopa. El extraño dejó caer la
piedra en el agua, luego probó una cucharada con verdadera delectación y exclamó
-Deliciosa! Lo único que necesita es unas cuantas patatas-.
A continuación, el extraño, dio otra orden: -¡Platos para todo el mundo!-. La gente se apresuró a ir a sus casas en busca de platos. Algunos regresaron trayendo incluso pan y frutas. Luego se sentaron todos a disfrutar de la espléndida comida, mientras el extraño repartía abundantes raciones de su increíble sopa. Todos se sentían extrañamente felices mientras reían, charlaban y compartían, por primera vez, su comida. En medio del alborozo, el extraño se escabulló, silenciosamente, dejando tras de sí la milagrosa piedra de sopa, que ellos podrían usar siempre que quisieran hacer la más deliciosa sopa del mundo. |
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