CUADERNO DEL CAMINANTE |
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... Y ¿EL Padre ÁNGEL?
El paso de peregrinos y visitantes por la Peña de Francia está cuajado de preguntas. ¿Por qué se llama de Francia siendo así que está en Salamanca? ¿Por qué es negra la imagen de la Virgen? ¿Cuántos frailes hay en el convento? Y así podríamos seguir enumerando las cuestiones que la gente se plantea, de forma natural, ante algo tan inesperado como el santuario en lo más alto del risco.
Los habituales, este verano de 2020, hacían una pregunta cargada de interés, también de cariño: Y ¿el P. Ángel?
La respuesta dejaba a muchos sorprendidos y entristecidos. Lo querían y habían sentido la familiaridad que él sabía dar a cuantos acudían a estas alturas. Su recuerdo perdurará, como ha perdurado el del P. Constantino Martínez y del P. Andrés Hernández.
El “fraile de la Peña”, como lo conocían en La Alberca, estuvo como “Rector” del Santuario casi veinte años. Aquí arriba veía pasar las estaciones del año, manteniendo viva la devoción a la Virgen y acudiendo a la llamada de cuantos subían deseosos de escuchar un consejo o desahogar su vida ante quien siempre tenía tiempo para recibir las preocupaciones y novedades de la buena gente. El tiempo en la Peña transcurre lento, la prisa queda en el llano, y conversar es una de las ocupaciones más sanas y él la practicaba de forma exquisita.
Amaba el lugar y se preocupaba de que lo importante, las personas, se sintieran acogidas y contentas de haber llegada a estas alturas para dejar ante la Virgen sus inquietudes y preocupaciones. El largo invierno le servía para estudiar, para reflexionar, para deambular por los recovecos de su alma. Así lo hacía ahondando en Santa Teresa o saboreando las inquietudes de Teresita de Lisieux; escudriñando la Biblia y familiarizándose con las últimas investigaciones de los exegetas. Todo ello lo plasmaba después en artículos en La Vida Sobrenatural o en libros donde, recordando su paso por las misiones, rescataba del olvido a misioneros dominicos en Perú, o la doctrina de la vida espiritual del P. Arintero. Estar en la Peña era para él un modo de mantener vivo el interés para seguir profundizando en lo que realmente importa.
Pero el tiempo se fue encargando de desgastar su cuerpo. Las dolencias fueron llegando. Con pena, decidió incorporarse a su comunidad dominicana de S. Esteban de Salamanca y abandonar el lugar al que tantas horas había dedicado con entusiasmo y esfuerzo.
El 3 de mayo entregaba su alma a Dios. Lo hacía con la discreción que siempre le caracterizó. Hacía tiempo que había asumido que su vida se iba apagando, por eso supo hacerlo con serenidad y resignación. La pandemia acampaba por todas partes y su marcha tuvo que ser un tanto silenciosa, sin la presencia de muchas personas que, con gusto, le hubieran acompañado en su marcha definitiva.
Había nacido en Aldehuela de la Bóveda, Salamanca, el día 5 de agosto de 1935. Estudió con los salesianos. El convento de San Esteban fue para él un descubrimiento de la vida dominicana y, deseoso de imitar a aquellos frailes admirados, ingresó en la Orden de Santo Domingo. En 1959 fue ordenado sacerdote. Ahí comenzó una vida de servicio a los hombres y a Dios. El paso por las misiones del Perú significó un descubrimiento de lo que era evangelizar en un contexto tan distinto al que él había conocido en España. Esa experiencia quedaría grabada en su alma y daría a su vida un sentido pastoral realista, que marcaría para siempre sus días. Es lo que proyectaba en sus homilías: naturalidad, realismo y cercano a la vida de la gente.
La Peña de Francia guarda para él un recuerdo agradecido, entrañable. Los hombres y mujeres de estas tierras seguirán preguntando por él porque lo querían. Ante la pregunta reiterada de “qué es del P. Ángel” solo podremos decir que nos dejó para seguir ayudándonos desde otras alturas y, porque siempre fue bueno, echará una mano en el caminar de tantos conocidos que, al llegar a la cumbre, sienten pena de no encontrar a quien siempre los esperaba con una sonrisa abierta y palabras acogedoras.
Fr. Salus Mateos Valladolid, 5 de noviembre de 2020
En la sección de vídeos de You Tube de Gabriel García Sánchez hay uno dedicado exclusivamente a esa celebración Eucarística de despedida del Padre Ángel, sigan este enlace:
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Dejamos también el enlace a esas breves aportaciones que el P. Ángel editaba trimestralmente con noticias de La Peña de Francia, conocida familiarmente como:
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