NOVENA A LA VIRGEN DE LA PEÑA DE FRANCIA |
ORACIÓN PRIMERA PARA TODOS LOS DÍAS:
ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS:
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Día 1º Madre Inmaculada, que llevaste en tus entrañas al Salvador del mundo: concédenos ser dóciles a la inspiración del Espíritu Santo para poder llevar a Cristo a los hermanos y manifestar tu grandeza con nuestras alabanzas y con la santidad de nuestras costumbres.
Día 2º María, esposa y madre que, unida a San José con un amor sincero, alabaste al Señor con cánticos, lo adoraste en silencio y lo proclamaste con tu trabajo: otórganos conocer y adorar cada vez más profundamente el misterio de tu Hijo Jesucristo.
Día 3º Madre de Jesús, que te presentas ante todos ante todos os creyentes como modelo de virtudes, y animas y consuelas a los que acuden a Ti: intercede ante tu Hijo en favor nuestro, para que conforte a los débiles, ilumine a los que dudan, convierta a los desorientados y a todos nos ayude a caminar al encuentro de Jesús Resucitado.
Día 4º Madre del Salvador, que aceptaste la muerte de tu Hijo en la Cruz: haz que, siguiendo tu ejemplo, sepamos vivir nuestros dolores y sufrimientos colaborando así a la salvación de todos los hombres mediante la participación en la Eucaristía.
Día 5º Madre dolorosa que permaneciste con serena fortaleza junto a tu Hijo agonizante, dándonos un ejemplo de suprema entereza: ayúdanos a ser fieles a las promesas de nuestro bautismo sin temer la incomprensión , sin doblegarnos ante las dificultades y sin dejarnos cautivar por los espejismos que surgen en nuestro camino.
Día 6º Madre del Redentor que fuiste proclamada desde la Cruz como Madre de todos nosotros: aumenta en nosotros el amor filial hacia Ti, la confianza en tu protección y la fortaleza espiritual para compartir con serenidad los padecimientos de tu Hijo Jesucristo.
Día 7º Maestra nuestra que viviste con sencillez los sufrimientos y esperanzas del pueblo: acompaña a los enfermos, concede fortaleza a los que sufren, aliento y consuelo a los afectados por el hastío de la vida y devuelve la confianza a quienes han olvidado la presencia de Dios en sus vidas.
Día 8º Madre nuestra, que presentas a tu Hijo las necesidades de todos los hombres: acuérdate especialmente de los emigrantes y de los marginados, de los que carecen de alimento y de los que sufren a causa de la guerra, la violencia y el odio para que, desterrados el rencor, la injusticia y el hambre, puedan vivir en paz, libertad y alegría.
Día 9º Madre de Cristo resucitado, que animaste la fe de la primera comunidad: intercede por nosotros para que disfrutemos de salud de alma y de cuerpo, vivamos eficazmente el espíritu de la unidad, de la caridad y del gozo, y para que, terminado el tiempo de la vida presente, participemos de tu misma gloria.
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