APADRINAMIENTOS DE NIÑOS EN EL 3er. MUNDO

El apadrinamiento de niños del Tercer Mundo viene sufriendo críticas y sospechas en estos últimos tiempos en España. Esta fórmula ha levantado críticas y recelos por las cuentas poco claras -investigadas y denunciadas por la Fiscalía pertinente por supuesto desvío de fondos a inversiones privadas- de una de las principales organizaciones que los promovía. Lo que por otra parte ha generado un grave perjuicio de descrédito no sólo de este modo de donativo sino de todos en general y de la gestión de las ONG'd receptoras, lo cual es bastante serio.

Y si bien nuestra ONG'd no los promueve, nos parece oportuno reflexionar brevemente sobre ellos y en cierto sentido aclarar nuestra señalada postura.

Así pues, ¿en qué consiste esta fórmula a la que recurren algunas ONG'd para movilizar conciencias y captar fondos y socios en los países ricos, incluso a través de telemaratones?.

Los apadrinamientos son algo que a mucha gente todavía induce a confusión por las connotaciones de esta palabra -quizá por eso, la gran mayoría subraya que los niños viven con sus padres, que ya tienen familia- y porque España es un país con poca tradición en la Cooperación al Desarrollo y aún hay gente que la entiende de manera asistencialista y sensiblera: necesita para decidirse a contribuir ver la foto del niño “antes” y “después”, con mocos y sin mocos, y toda la restante parafernalia a la que algunas ONG'd todavía no han renunciado, basándose en eso un poco discutible de que “una imagen vale más que mil palabras”.

Pero aclaremos las cosas. Las aportaciones económicas entregadas no deben ir –y no van- a un niño concreto –“mi niño”: el que, más o menos dos veces al año envía fotos, mensajes, dibujos, etc-, pues ello crearía desigualdades, envidias e injusticias. Sino que va a toda la comunidad donde –probablemente- resida junto con su familia, para la creación de comedores y centros de apoyo escolar, maternidades, microcréditos, programas de preparación para artesanos, pescadores, agricultores y jóvenes empresarios... Por tanto, esos niños con foto y firma son sólo la cara de la Cooperación , su símbolo.

Y es que la auténtica Cooperación al Desarrollo trata de poner en marcha iniciativas solidarias con una visión global, articulada, no parches individuales. Sólo así la Cooperación tiene su pleno sentido al intentar que esas comunidades salgan adelante. Es un trabajo de todos, una iniciativa conjunta: desde el Primer Mundo se proporcionan fondos -y en algunos casos capacitación- a las organizaciones locales de esos países y comunidades (la contraparte), las cuales aportan su experiencia, sus estructuras sociales y trabajo. Se trata de ayudarles a sentar las bases a iniciativas para que, pasados unos años, sean ellos mismos los protagonistas de su propio Desarrollo.

Y es que de nada serviría que unos cuantos miles de niños accedieran a medicamentos, vitaminas, ropa, juguetes y abundante material escolar, si -en su comunidad- sus padres no cuentan con un medio digno de vida, a sus casas no llega agua potable, o no tienen acceso a una básica asistencia sanitaria, etc.

Por todo ello, algunas ONG'd a los apadrinamientos preferimos llamarlos vínculos solidarios u de otra forma. Pero llamémoslos como queramos, lo importante es que no olvidemos nunca que las desigualdades existentes en nuestro mundo son las que generan estas gravísimas situaciones y que es responsabilidad de todos nosotros ayudar a que desaparezcan.