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En la IV Jornada de Conferencias del Foro Nantik Lum de Microfinanzas, celebrada en la Universidad Pontificia Comillas (Madrid), se debatió a fines del pasado mes de abril si la actual crisis económica era una oportunidad o una amenaza para el sector microfinanciero.
El economista boliviano Pancho Otero, fundador de varios bancos especializados en microcréditos, creía sin lugar a dudas que estas ayudas pueden ser una "solución adecuada". "El dinero se destina a la creación de microempresas (11.000 euros de media en Europa), que se dedican a actividades muy flexibles y se adaptan a los cambios del mercado. Por ejemplo, una persona que estaba haciendo repostería y ha dejado de vender sus pasteles, puede por ejemplo pasar con un microcrédito a producir pan, un producto más elástico", explicaba. También sostiene que la burocracia de los países europeos, que en su mayoría sólo permiten a los bancos prestar dinero y la propia mentalidad de sus ciudadanos, frena el desarrollo de las pequeñas ayudas. "No se dan cuenta de lo agradable que es ser tu propio jefe. Prefieren barrer el hangar del Airbus a crear su propio negocio".
"Con tantos parados, los microcréditos son una oportunidad para demostrar que invertir en la gente y creer en sus proyectos es otra forma de hacer negocios", afirmó el francés Philippe Guichandut, director ejecutivo de la red europea de microfinanzas. Quien además aseguraba, que los problemas de expansión de estas ayudas se deben a que el espíritu emprendedor no está muy desarrollado en Europa y las leyes comunitarias son muy restrictivas, cuando en países del Tercer Mundo -la experiencia muy positiva de nuestra ONG’d, ya de bastantes años en este campo- se nos demuestra que los microcréditos pueden ser una excelente oportunidad para ayudar a salir a familias enteras de esta crisis.
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