ENTREVISTA: Pedro Velasco, dominico español en Bañado Sur (Asunción)

¿Quiénes forman parte de esta red?

Somos muchas organizaciones. Hay un centro de salud, un centro educativo, un gremio de radios comunitarias, una red de lucha por la salud como derecho en todo Paraguay y Cobañados, un grupo de organizaciones de Asunción que reúne al 80% de los pobres de aquí, entre otras.

¿Cómo se gestó la idea de que el papa Francisco visitara el Bañado Norte?

Es un misterio cómo se armó la visita del Papa al Paraguay. Yo creo que su visita a nuestro barrio fue una inquietud del propio Papa, porque si hubiera sido por decisión del Gobierno o de la jerarquía de la Iglesia paraguaya, Francisco no habría pasado por aquí. El Gobierno procura tapar todo lo que implique visibilizar los problemas de uno de los países latinoamericanos donde sufrimos más injusticia, más estancamiento social y donde se habla de democracia, pero nunca se lleva a cabo. Estamos en manos de corruptos y narcotraficantes. Cuando nos visitó Juan Pablo II en 1988, la situación del país era mucho más dura. Creo que esta vez la riqueza de esta visita es el papa Francisco en sí mismo.

¿Por qué?

La riqueza más grande de la Iglesia católica, desde el Concilio Vaticano II hasta la década de los 80, fue la misión profética, la opción por los pobres. Cuando se haga una historia de la Iglesia universal, en estas décadas, la Iglesia de Latinoamérica va a tener un protagonismo especial; entonces, que el Papa sea de Latinoamérica es una maravilla. Recuerdo que cuando dijeron que el Papa era un argentino me puse triste, porque justamente Argentina no es un modelo de Iglesia cercana a los pobres. Sin embargo, Francisco está recogiendo lo mejor de la tradición de la Iglesia latinoamericana: sus opciones profundamente evangélicas, su espiritualidad, su sencillez, su acercamiento al pueblo, su compromiso con el pobre. Esa riqueza de la teología y de la vida latinoamericana hoy la está ofrecido al mundo.

¿Se imaginó que algún papa podía visitarlos?

Me pareció natural tratándose de Francisco; sentí una alegría muy grande. Con la visita del Papa, todo Paraguay vibró. Es un pueblo muy cristiano, sobre todo los sectores más humildes. Con su gesto de visitar al Bañado Norte, los bañadenses se sintieron honrados, porque habitualmente a ellos se les discrimina, se les olvida, se les desprecia.

Este fue un gran reconocimiento para los bañadenses...

El hecho de que el Papa se acerque a un bañado ha extrañado a mucha gente, especialmente al Gobierno. Y la organización de su visita al Bañado Norte no recibió la atención que merecía un encuentro así. Hasta hace pocas semanas, no teníamos policía, ni vallas de contención, ni pantallas gigantes, ni baños químicos. Tampoco nos habían dado un lugar para que pudiera participar la gente de los bañados. Sin seguridad, iba a ser un descontrol, y la cancha de fútbol de la Capilla San Juan Bautista (VN, nº 2.948) se iba a llenar de curiosos. Pero, con gran esfuerzo y preocupación, conseguimos que, por lo menos, nos dieran acreditaciones exclusivas para 800 bañadenses. La peor ofensa que se le puede hacer al pobre es no reconocerle su dignidad y su realidad.