Los universitarios valencianos recelan de la labor de las ONG

            Según los resultados del estudio Solidaridad, Desarrollo y Cooperación entre los estudiantes de la UPV, del equipo de estudio Sociológica Tres de la Universitat Politècnica de València (UPV), presentado recientemente la realidad de las ONG que se dedican a la Cooperación al Desarrollo no se percibe con claridad.
            Suspenso sería la nota que sacarían si se tuvieran que presentar a un examen sobre su relación con las ONG. Según esta investigación cualitativa, en la que ha participado un grupo de sesenta estudiantes de perfiles diversos, a las  ONG les queda -nos queda- mucho por recorrer para que la realidad de la Cooperación al Desarrollo sea percibida en el ámbito universitario. En términos generales, aunque sí tienen conciencia de la solidaridad, la realidad de la Cooperación al Desarrollo no es percibida con claridad por el grueso de los universitarios.
            Se argumenta que con respecto a la ayuda que se presta a los países del Sur la situación es "mala", y existe la percepción de que con la crisis económica se ha empeorado. También consideran que el conjunto de la población no es solidario, y que la actual recesión económica ha agudizado el escaso compromiso que el conjunto de la población española parece mostrar sobre este tema. La situación de crisis justifica con mayor amplitud ciertas actitudes de inacción hacia la Cooperación.
            A este panorama se une la creencia de que es imposible revertir las desigualdades que existen entre países del Norte y del Sur, y la solidaridad se percibe como un remedio que ayudar a paliar el problema pero que no lo solventa. Se entiende como algo concreto y centrado en un acontecimiento con el que la mayoría puede sentirse sensible, especialmente con aquellos hechos -emergencias, fundamentalmente- que son amplificados por los medios de comunicación. Esta sensibilización desaparece cuando el hecho deja de ser noticia en la televisión.
            Además tienen conocimiento de las temáticas de trabajo de las “grandes” ONG, aunque ignoran la parte de sensibilización y educación para el Desarrollo, que no se identifica como tarea de este tipo de organizaciones. A su vez, se extiende una sombra de sospecha de corruptelas en el ámbito de las ONG y se critica la existencia de un sistema burocratizado y muy profesionalizado que genera dudas, así como una relación dificultosa en la que como voluntario el universitario no se siente parte. En general, las vinculaciones entre ONG y estudiantes son débiles. Lo más y mejor valorado es la gratificación personal que puede generar el entorno de la ONG a la que una persona se vincula.
            Asimismo, los universitarios valencianos consultados piensan que las donaciones económicas son como una gratificación rápida y que tranquiliza las conciencias en un mundo que se califica de injusto pero que es así porque el sistema complejo en el que vivimos las promueve y hay escasa confianza hacia la generación de procesos de cambio globales.
            Es una interesante llamada de atención que también a nuestra “pequeña” ONG interpela, si bien creemos que procuramos evitar caer en algo de lo señalado.